[Rugby: Club Ciudad de Campana]
Obras lo ganaba justificadamente en base a una excelente actuación de sus forwards y una buena tarea de sus backs. Pero Campana le agarró la mano al partido y de a poco empezó a imprimirle su ritmo. En el segundo tiempo mejoró notablemente y ganó un match durísimo. En intermedia también triunfó el local con dos tries cardaleros.
Ni el frío, la densa llovizna o las congeladas ráfagas de viento pudieron aplacar una excelente tarde de rugby en el Club Ciudad de Campana. Se presentaban dos equipos con aspiraciones similares en la Zona Reubicación del Grupo IV de la URBA: sumar para terminar el año lo más arriba posible. Era un choque de fuerzas equivalentes entre dos escuadras que no lograron pisar firme en lo que va de la temporada.
Y salió un partido entretenido, de trámite cambiante y con tintes emotivos. El encuentro puede dividirse, claramente, en dos etapas bien diferenciadas. La primera abarca el tramo inicial del encuentro, en el que Obras dominó a placer los hilos del pleito gracias a un desempeño impecable de los gordos, que iban para delante en los scrums y mauls, y trabajaban con practicidad e inteligencia los rucks. En consecuencia, los de Núñez arrinconaron a Campana contra su ingoal, controlaron la guinda por largos minutos y castigaron con un par de conquistas a su anfitrión.
A los 10’ de la etapa inicial fue Alejandro Díaz quien rompió el cero en el marcador apoyando su try sobre la bandera izquierda para poner a Obras 0 a 5 arriba. Doce minutos más tarde, la visita abrió la pelota hasta la punta y el wing empezó a quebrar la defensa campanera con cierta facilidad, hasta que se topó con un muy buen tackle del ala Conrado Galli en las 22 ajenas (si pasaba era try). Scrum frente a los palos y empuje avasallador de Obras. Tanto empujaron que se metieron en el ingoal y el octavo Diego Ojeda solo tuvo que zambullirse sobre la guinda para anotar cinco tantos más para su equipo. La conversión certera corrió por cuenta de Maximiliano Bacci (0-12).
Hasta allí, todo fue para Obras. Los de Núnez venían haciendo un papel impecable y parecían encaminarse a un nuevo triunfo en la Reubicación. Pero Campana hizo el clic, empezó a allanar el camino que lo podría conducir a una eventual victoria y principió por entregarle mayores responsabilidades a sus ¾. Los forwards de Aguilar seguían padeciendo las formaciones fijas, pero la historia ya no era la misma en el resto de las facetas del juego, donde el trámite empezó a emparejarse poco a poco y las guindas comenzaron a salir más limpias hacia los backs locales.
De esa manera llegó el primer try tricolor. Rosa la abrió para Villamayor y este la jugó con el segundo centro, Guido Guidini, que rompió la línea defensiva no sin dificultades (lo tocaron de atrás y trastabilló), pero logró recuperarse a tiempo y picó solito con destino firmado: debajo de las haches (7-12).
Final del primer tiempo. ¿Cuál era el balance? Hasta el momento, paradójicamente, la cuestión pintaba favorable para ambos conjuntos, dato que refleja lo abierto que fue el partido en todo momento. Obras terminaba cinco puntos arriba y manteniendo la notable supremacía en los scrums. Campana llegó al ocaso de los primeros cuarenta minutos con el descuento en el marcador, un repunte en la actuación de los gordos y el consecuente acompañamiento de la línea de backs.
Comenzó la segunda etapa y la balanza empezó a inclinarse para los locales, que volvían a acortar diferencias, esta vez con un penal de Rosa a los 2’ (10-12).
Diez minutos después, el dueño de casa se puso arriba en el marcador por primera vez en todo el partido utilizando la misma fórmula del primer ensayo: la abrieron hasta el segundo centro, Guidini buscó el hueco y penetró en velocidad para escurrirse hasta el ingoal visitante (17-12).
No obstante, Obras seguía ofreciendo resistencia y en más de una ocasión merodeó las cinco contrarias con cierta peligrosidad. Pero, y producto quizás del desgaste realizado hasta allí, siguieron cometiendo errores defensivos que fueron capitalizados por el local. Nuevo penal accesible para Rosa –a los 32’ del complemento-, que facturó tres puntos más y comenzó a cerrar la historia en el Club Ciudad (20-12).
El XV visitante salió a todo o nada y amenazó con darle un final aún más emotivo al encuentro. Pero a dos minutos del pitazo decisivo, Julián Agostino ejecutó una patada profunda y cruzada que sorprendió mal parada a la defensa de Obras y encontró al wing Andrés Torres entrando a toda velocidad para liquidar un partido vibrante (25-12).
Buen encuentro de rugby, ambos conjuntos fueron para delante, cada uno con sus armas y estrategias. Pero primó el planteo del local, que supo capitalizar las oportunidades y, sobre todo, enderezar el rumbo del partido en un momento complicadísimo del mismo (llegó a estar 12 puntos abajo, y jugando mal…).
En el match de primera también jugaron Federico Ondarts (el ex-C.R.C actuó desde el inicio), Maxi Gentile y Andrés Barreto (ingresaron en el complemento).
Obras lo ganaba justificadamente en base a una excelente actuación de sus forwards y una buena tarea de sus backs. Pero Campana le agarró la mano al partido y de a poco empezó a imprimirle su ritmo. En el segundo tiempo mejoró notablemente y ganó un match durísimo. En intermedia también triunfó el local con dos tries cardaleros.
Ni el frío, la densa llovizna o las congeladas ráfagas de viento pudieron aplacar una excelente tarde de rugby en el Club Ciudad de Campana. Se presentaban dos equipos con aspiraciones similares en la Zona Reubicación del Grupo IV de la URBA: sumar para terminar el año lo más arriba posible. Era un choque de fuerzas equivalentes entre dos escuadras que no lograron pisar firme en lo que va de la temporada.
Y salió un partido entretenido, de trámite cambiante y con tintes emotivos. El encuentro puede dividirse, claramente, en dos etapas bien diferenciadas. La primera abarca el tramo inicial del encuentro, en el que Obras dominó a placer los hilos del pleito gracias a un desempeño impecable de los gordos, que iban para delante en los scrums y mauls, y trabajaban con practicidad e inteligencia los rucks. En consecuencia, los de Núñez arrinconaron a Campana contra su ingoal, controlaron la guinda por largos minutos y castigaron con un par de conquistas a su anfitrión.
A los 10’ de la etapa inicial fue Alejandro Díaz quien rompió el cero en el marcador apoyando su try sobre la bandera izquierda para poner a Obras 0 a 5 arriba. Doce minutos más tarde, la visita abrió la pelota hasta la punta y el wing empezó a quebrar la defensa campanera con cierta facilidad, hasta que se topó con un muy buen tackle del ala Conrado Galli en las 22 ajenas (si pasaba era try). Scrum frente a los palos y empuje avasallador de Obras. Tanto empujaron que se metieron en el ingoal y el octavo Diego Ojeda solo tuvo que zambullirse sobre la guinda para anotar cinco tantos más para su equipo. La conversión certera corrió por cuenta de Maximiliano Bacci (0-12).
Hasta allí, todo fue para Obras. Los de Núnez venían haciendo un papel impecable y parecían encaminarse a un nuevo triunfo en la Reubicación. Pero Campana hizo el clic, empezó a allanar el camino que lo podría conducir a una eventual victoria y principió por entregarle mayores responsabilidades a sus ¾. Los forwards de Aguilar seguían padeciendo las formaciones fijas, pero la historia ya no era la misma en el resto de las facetas del juego, donde el trámite empezó a emparejarse poco a poco y las guindas comenzaron a salir más limpias hacia los backs locales.
De esa manera llegó el primer try tricolor. Rosa la abrió para Villamayor y este la jugó con el segundo centro, Guido Guidini, que rompió la línea defensiva no sin dificultades (lo tocaron de atrás y trastabilló), pero logró recuperarse a tiempo y picó solito con destino firmado: debajo de las haches (7-12).
Final del primer tiempo. ¿Cuál era el balance? Hasta el momento, paradójicamente, la cuestión pintaba favorable para ambos conjuntos, dato que refleja lo abierto que fue el partido en todo momento. Obras terminaba cinco puntos arriba y manteniendo la notable supremacía en los scrums. Campana llegó al ocaso de los primeros cuarenta minutos con el descuento en el marcador, un repunte en la actuación de los gordos y el consecuente acompañamiento de la línea de backs.
Comenzó la segunda etapa y la balanza empezó a inclinarse para los locales, que volvían a acortar diferencias, esta vez con un penal de Rosa a los 2’ (10-12).
Diez minutos después, el dueño de casa se puso arriba en el marcador por primera vez en todo el partido utilizando la misma fórmula del primer ensayo: la abrieron hasta el segundo centro, Guidini buscó el hueco y penetró en velocidad para escurrirse hasta el ingoal visitante (17-12).
No obstante, Obras seguía ofreciendo resistencia y en más de una ocasión merodeó las cinco contrarias con cierta peligrosidad. Pero, y producto quizás del desgaste realizado hasta allí, siguieron cometiendo errores defensivos que fueron capitalizados por el local. Nuevo penal accesible para Rosa –a los 32’ del complemento-, que facturó tres puntos más y comenzó a cerrar la historia en el Club Ciudad (20-12).
El XV visitante salió a todo o nada y amenazó con darle un final aún más emotivo al encuentro. Pero a dos minutos del pitazo decisivo, Julián Agostino ejecutó una patada profunda y cruzada que sorprendió mal parada a la defensa de Obras y encontró al wing Andrés Torres entrando a toda velocidad para liquidar un partido vibrante (25-12).
Buen encuentro de rugby, ambos conjuntos fueron para delante, cada uno con sus armas y estrategias. Pero primó el planteo del local, que supo capitalizar las oportunidades y, sobre todo, enderezar el rumbo del partido en un momento complicadísimo del mismo (llegó a estar 12 puntos abajo, y jugando mal…).
En el match de primera también jugaron Federico Ondarts (el ex-C.R.C actuó desde el inicio), Maxi Gentile y Andrés Barreto (ingresaron en el complemento).
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