Todo es posible

[ENTRE NOSOTROS]
Escribe Olga Pareja Nuñez

Todo es posible, por eso pienso que si me consideraran la realización de un último deseo, respondería: acá, tiempo. Allá, si es que existe, memoria eterna para no olvidar.
Si pensamos en términos religiosos, se que la propuesta no es demasiado ortodoxa. Si embargo puedo asegurar que creo. Caso como el que más, obviando ciertas imposiciones religiosas, para mí, discutibles.
Es decir, soy creyente a mi manera que me lleva a transitar caminos paralelos, otros que se bifurcan, también luminosos o en tinieblas. Pero siempre, en cada instante busco luz, encuentro luz.
Lo que importa, en definitiva para mí, es poder exteriorizar las fuerzas internas que nos movilizan. Visibles o no. Más claro: convertir a los molinos en gigantes y los gigantes en molinos, de acuerdo a cada demanda. Aunque Unamuno piense que es una insensatez. Vale por aquello de que "domínate y dominarás al mundo".
Muy difícil, porque sucede con frecuencia que las pasiones nos vencen o nos ciegan. La solución más viable es afirmar lo dicho por Quijote: "Es hermoso, luego es verdad". Para eso tenemos que manejarnos con su honorable locura.
La verdad claro que no existe. Su elasticidad nos hace aceptar las mil caras, todas válidas, según las circunstancias. Porque mi verdad seguro no es la suya. Y eso pasa porque dicen que la vida da todo con una mano, hasta que llega el día que lo quita toda con la otra. Después le vuelve a dar y le vuelve a quitar. Así de los tiempos por los tiempos hasta que llega la muerte, distinta para todos. En ese paréntesis amado, que es la vida, el subibaja del tiempo modifica nuestro pensamiento y por ende nuestras afirmaciones. Lo que ayer afirmábamos seguramente hoy no. Así vamos haciendo camino al andar, como dice la canción. A pesar de Saramago (premio Nobel) sostienen que contra lo que tiene que suceder toda fuerza sobra. Menciona al destino irreductible. De ser así, comparezcámonos de Judas, signado para que históricamente se lo condene. Compleja situación que cambiaría la trayectoria humana, convirtiéndola en una suerte de robot ajeno s sus propósitos y convicciones. La acción del individuo se desgajaría y cada intento perdería su valor.
Personalmente creo que todo está condicionado para sufrir modificaciones. Incluyendo a nuestro destino, por más marcado que esté. Es importante construir mientras andamos, apoyados en la energía que nos permita estar vitalmente alertas para aprovechar cada nueva posibilidad. Todo comienzo tiene su hechizo que nos protege y nos ayuda a vivir. Es uno de los pilares del juego de abalorio.
Convengamos que si el destino está trazado, mejor no explicarlo de antemano. Todo lo explícito pierde su magia. Desde nacimiento a modo de ofrenda, nos encontramos con el todo y la nada. Son accidentes normativos que debemos aprender a digitar, a pesar que (vuelvo a repetir) una de las tantas posibilidades podría ser que cada cual llegue a este mundo trayendo bajo el brazo su principio y su fin. Pero debemos transitar el gran círculo hasta que cierre, y en ese tránsito intentamos modificar lo aparentemente inevitable. Aunque sea en parte. Recordemos que tenemos un cerebro activo, aún en pañales, con resortes infinitos aún no desarrollados, que pueden abrirnos horizontes inusitados aun respetando lo esencial que supuestamente nos signa.
Como nadie puede afirmar categóricamente nada, hasta que esto acontezca, digo como André Gide "todo pertenece a quien sabe gozarlo". Por eso quiero ser, más que tener. Prolongar cada día para poder acariciarlo lentamente. Mi grito interior reclama, sino la felicidad, que sería pretencioso, por lo menos alegría, sin la cual la vida del hombre oscurece.
Dejemos pues al ser humano en cada paso. Solo así nos conectamos con lo eterno. Para mí, Dios que es la energía absoluta. Para usted, si no piensa como yo, elija aquello que su ser le demande de manera imperiosa.