En Río Luján hay un espacio dedicado exclusivamente a las mascotas. Se trata de un pensionado en el que los dueños pueden dejar a sus perros cuando no puedan cuidarlos.
Agueda Schroder, oriunda de Campana, dejó de ejercer la odontología y se instaló en Río Luján para dedicarse al pensionado de mascotas. Comenzó esta actividad hace tres años y desde entonces la guardería ha ido creciendo poco a poco. Agueda cuenta que la idea surgió a partir del consejo de un adiestrador. "En un principio yo quería dedicarme a criar ovejeros blancos, hasta que un día llevé a mi perra al adiestrador y él me comenzó a asesorar acerca de la cría de esta raza. Sin embargo, una vez me comentó que si el criadero de perros no funcionaba, podría utilizar los caniles como pensión. Y en ese momento se me prendió la lamparita…".
De inmediato, Agueda se puso manos a la obra y comenzó a construir su casa en Río Luján. En el mismo terreno colocó los primeros ocho caniles, algunos paseos y, por último, situó el cartel publicitario a la vera de la ruta 4. "Desde ese momento estuvimos siempre ocupados. Aunque por lo general en esta época baja un poco la cantidad de pensionados y en verano aumenta", aclara.
"Esto es como un hotel para mascotas", afirma. Cuando los dueños deben partir de vacaciones, o planean una fiesta en su casa y los perros son un problema para sus invitados, o en un determinado momento no los pueden cuidar, se acercan a la guardería y dejan a los canes en buenas manos.
"Tengo clientes –cuenta- que primero me los trajeron para las vacaciones, pero en un momento tenían albañiles en la casa y los perros se escapaban porque la puerta quedaba abierta, entonces decidieron dejarlos acá hasta que se fueran los obreros. También tuve el caso de una señora que tuvo un esguince en el pie y me mandó su perro porque no lo podía sacar a pasear".
Por otra parte, también existen aquellos que se alojan de manera permanente en la pensión y sus dueños los visitan los fines de semana y feriados.
Hay un requisito excluyente para que los perros puedan ingresar a la guardería: deben estar en buenas condiciones de salud. "Hay que presentar las fotocopias de los certificados de vacunación (antirrábica, quíntuple o séxtuple), y los perros deben estar desparasitados y con la pipeta antipulgas para mantener la salud de todos los animales".
El predio cuenta con la supervisión de un veterinario que inspecciona el lugar tres veces por semana para determinar si se debe realizar una fumigación y para controlar el estado de los perros.
Además, Agueda señaló que cada perro "tiene que venir con su propio alimento, para que siga con la costumbre de su casa, como también pueden venir con algún almohadoncito o mantita con su olor. Por otra parte, la primera vez hay que traerlos de día para que se adapten al nuevo ambiente".
Por la noche los perros son alojados en sus respectivos caniles, "aunque si el clima lo permite quizás pueden permanecer en los paseos, donde también poseen una cucha", detalló. Todo el perímetro tiene cemento abajo del alambre, al igual que en los paseos, para que los perros no escarben y se escapen. ]
De inmediato, Agueda se puso manos a la obra y comenzó a construir su casa en Río Luján. En el mismo terreno colocó los primeros ocho caniles, algunos paseos y, por último, situó el cartel publicitario a la vera de la ruta 4. "Desde ese momento estuvimos siempre ocupados. Aunque por lo general en esta época baja un poco la cantidad de pensionados y en verano aumenta", aclara.
"Esto es como un hotel para mascotas", afirma. Cuando los dueños deben partir de vacaciones, o planean una fiesta en su casa y los perros son un problema para sus invitados, o en un determinado momento no los pueden cuidar, se acercan a la guardería y dejan a los canes en buenas manos.
"Tengo clientes –cuenta- que primero me los trajeron para las vacaciones, pero en un momento tenían albañiles en la casa y los perros se escapaban porque la puerta quedaba abierta, entonces decidieron dejarlos acá hasta que se fueran los obreros. También tuve el caso de una señora que tuvo un esguince en el pie y me mandó su perro porque no lo podía sacar a pasear".
Por otra parte, también existen aquellos que se alojan de manera permanente en la pensión y sus dueños los visitan los fines de semana y feriados.
Hay un requisito excluyente para que los perros puedan ingresar a la guardería: deben estar en buenas condiciones de salud. "Hay que presentar las fotocopias de los certificados de vacunación (antirrábica, quíntuple o séxtuple), y los perros deben estar desparasitados y con la pipeta antipulgas para mantener la salud de todos los animales".
El predio cuenta con la supervisión de un veterinario que inspecciona el lugar tres veces por semana para determinar si se debe realizar una fumigación y para controlar el estado de los perros.
Además, Agueda señaló que cada perro "tiene que venir con su propio alimento, para que siga con la costumbre de su casa, como también pueden venir con algún almohadoncito o mantita con su olor. Por otra parte, la primera vez hay que traerlos de día para que se adapten al nuevo ambiente".
Por la noche los perros son alojados en sus respectivos caniles, "aunque si el clima lo permite quizás pueden permanecer en los paseos, donde también poseen una cucha", detalló. Todo el perímetro tiene cemento abajo del alambre, al igual que en los paseos, para que los perros no escarben y se escapen. ]
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