[Río Luján]
Río Luján padece el estigma de los grandes emprendimientos que se han instalado a su alrededor en la última década. Vecinos y fomentistas pelean por mantener la identidad de la localidad en la que viven. El papel de los negocios inmobiliarios.
El crecimiento de la región comprendida entre los partidos de Exaltación de la Cruz y Campana ha erosionado, casi sin notarlo, la identidad de una localidad opacada por los opulentos emprendi-mientos que se han ido instalando a su alrededor con el correr de los años. Además, Los Cardales, principal "enemigo" en esta pugna por la identidad, se presenta como un sitio apetecible para los negocios inmobiliarios, su nombre se ha transformado en una especie de marca registrada que, supuestamente, "eleva" el nivel de los productos a la venta. En este sentido, los nuevos comercios utilizan el sello cardalero para hacerse un lugar en el mapa, en desmedro de Río Luján, la víctima de esta historia.
"En los últimos cinco años el barrio ha crecido un 100%. Sobre todo con la colectividad boliviana, que ha erigido un hermoso barrio", cuenta Ana de Giles, presidente de la sociedad de fomento local. Ese dato particular, el inusitado crecimiento poblacional, también ha jugado un papel importante en la pérdida de la identidad. Los nuevos vecinos no poseen ese sentido de pertenencia típico de los lugareños.
En esa puja constante por mantener vivo el nombre de la localidad riolujanense, desde la sociedad de fomento elevaron un pedido a las autoridades de la Municipalidad de Campana para instalar carteles indicadores en el ingreso por Ruta 4, para advertir a todos aquellos que circulen por esa traza que están ingresando a un poblado con nombre propio. El pedido de los fomentistas se hizo extensivo al nuevo mega empredimiento "Sofitel La Reserva Cardales". Según trascendió, le habrían solicitado a los representantes del complejo colaborar con la colocación de los anuncios sobre la ruta provincial.
"Ya reclamé tantas veces los carteles para reafirmar la identidad del barrio que me cansé de hacerlo. De todas maneras, este año volveré a la carga para intentar colocar esos carteles y que la gente sepa que esto es Río Luján y no Cardales. Seguiré luchando por eso", anticipó de Giles.
"Cuando me vine a vivir acá con mis padres –recuerda- había apenas cuatro o cinco casas, y en ese entonces quería que Río Luján sea grande y se llene de negocios. Pero ahora no. Me gustaría que se quede como está, hay demasiada población, ya no nos conocemos y ya no somos una gran familia".
Las palabras se escurrieron en el aire y golpearon los oídos atentos de un vecino que deambulaba por allí. La cruda sensación esbozada por de Giles en el párrafo final condensa la mayor preocupación de la comunidad riolujanense, que lidiará con las pesadas huestes de los negocios inmobiliarios hasta dar con el preciado objetivo de mantener en alto la bandera de Río Luján.
Río Luján padece el estigma de los grandes emprendimientos que se han instalado a su alrededor en la última década. Vecinos y fomentistas pelean por mantener la identidad de la localidad en la que viven. El papel de los negocios inmobiliarios.
El crecimiento de la región comprendida entre los partidos de Exaltación de la Cruz y Campana ha erosionado, casi sin notarlo, la identidad de una localidad opacada por los opulentos emprendi-mientos que se han ido instalando a su alrededor con el correr de los años. Además, Los Cardales, principal "enemigo" en esta pugna por la identidad, se presenta como un sitio apetecible para los negocios inmobiliarios, su nombre se ha transformado en una especie de marca registrada que, supuestamente, "eleva" el nivel de los productos a la venta. En este sentido, los nuevos comercios utilizan el sello cardalero para hacerse un lugar en el mapa, en desmedro de Río Luján, la víctima de esta historia.
"En los últimos cinco años el barrio ha crecido un 100%. Sobre todo con la colectividad boliviana, que ha erigido un hermoso barrio", cuenta Ana de Giles, presidente de la sociedad de fomento local. Ese dato particular, el inusitado crecimiento poblacional, también ha jugado un papel importante en la pérdida de la identidad. Los nuevos vecinos no poseen ese sentido de pertenencia típico de los lugareños.
En esa puja constante por mantener vivo el nombre de la localidad riolujanense, desde la sociedad de fomento elevaron un pedido a las autoridades de la Municipalidad de Campana para instalar carteles indicadores en el ingreso por Ruta 4, para advertir a todos aquellos que circulen por esa traza que están ingresando a un poblado con nombre propio. El pedido de los fomentistas se hizo extensivo al nuevo mega empredimiento "Sofitel La Reserva Cardales". Según trascendió, le habrían solicitado a los representantes del complejo colaborar con la colocación de los anuncios sobre la ruta provincial.
"Ya reclamé tantas veces los carteles para reafirmar la identidad del barrio que me cansé de hacerlo. De todas maneras, este año volveré a la carga para intentar colocar esos carteles y que la gente sepa que esto es Río Luján y no Cardales. Seguiré luchando por eso", anticipó de Giles.
"Cuando me vine a vivir acá con mis padres –recuerda- había apenas cuatro o cinco casas, y en ese entonces quería que Río Luján sea grande y se llene de negocios. Pero ahora no. Me gustaría que se quede como está, hay demasiada población, ya no nos conocemos y ya no somos una gran familia".
Las palabras se escurrieron en el aire y golpearon los oídos atentos de un vecino que deambulaba por allí. La cruda sensación esbozada por de Giles en el párrafo final condensa la mayor preocupación de la comunidad riolujanense, que lidiará con las pesadas huestes de los negocios inmobiliarios hasta dar con el preciado objetivo de mantener en alto la bandera de Río Luján.
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