Cardales cambia rápido
El progreso acorraló a Cardales contra las cuerdas, le cambió la cara, su aspecto y caló bien profundo en su dinámica. Con el paso de los años el pueblo fue transformándose con una ligereza acorde a los tiempos que corren, así de rápido. Y en este crecimiento veloz mucho tuvo que ver el rubro inmobiliario, que encontró en Los Cardales un producto de calidad difícil de encontrar en otros sitios. “Estoy trabajando en la inmobiliaria desde hace 30 años de manera ininterrumpida y noto un cambio bastante vertiginoso, Cardales no es futuro, ya es presente. Esto se dio un poco por el progreso generado como consecuencia de las autopistas. Creo que hubo una bisagra en los años 90’ con la ampliación de la Panamericana, eso hizo que creciera toda la zona, y luego con las obras de la Ruta 6 y la repavimen-tación de la 4”, cuenta Adrián Sánchez. El inmobiliario reflexiona acerca de las vías de comunicación y las cataloga como “muy influyentes”. Al respecto, declara que “acercan a la gente. Cardales está muy cerca de centros urbanos y el simple hecho de estar en el medio de ciudades industriales hace que este sea un lugar de residencia. Creo que Cardales está destinado a ser residencial más allá de que tenga su costado comercial e industrial”. En este sentido, cierra su idea diciendo que “en los últimos años, y sobre todo tras la crisis, ha crecido la demanda en cuanto a los asentamientos residenciales”.
No caben dudas. Los barrios cerrados han colmado los ‘suburbios’ del pueblo y en el comienzo del nuevo milenio se han multiplicado por toda la zona. Nicolás Rapetti, desarrollador inmobiliario involucrado en la construcción de “La Codorniz”, opinó acerca de la influencia generada por este tipo de asentamientos residenciales en Los Cardales. “La idea es siempre preservar la calidad urbana. El impacto que puede tener en el pueblo creo que es positivo. La gente va a seguir viniendo a instalarse a Cardales, que se va a ir poblando cada vez más de acuerdo al crecimiento natural y a partir de la gente que va a inmigrar”, sostuvo. Además, argumentó que los barrios desarrollados son una buena alternativa para que el crecimiento del pueblo sea ordenado. “Este tipo de barrios son controlados por la Municipalidad, por organismos ambientales, poseen un proyecto urbanístico realizado por profesionales y cuentan con servicios de calidad, ya que a veces el Estado por estar más ocupado en otras urgencias no tiene los recursos suficientes para hacerlos. Esta clase de desarrollos pueden aportarle a la comunidad todos esos beneficios que, por cierto, pueden marcar el rumbo de crecimiento de Los Cardales en los próximos 50 años”.
En este sentido también opinó Santiago Berisso, quien en una entrevista en agosto de 2007 había declarado que los barrios desarrollados “no afectan solo al pueblo, sino a toda la región. Por su puesto que se ve más beneficiado Cardales porque son más casas, más ventas de materiales, más consumo… es decir, es un beneficio general para el área, pero no solo por este barrio (La Codorniz), sino por todo lo que se está desarrollando. Estamos en un lugar en el que se está invirtiendo y ojalá que haya más desarrollos como este y que vengan más inversores a hacer cosas para poder disfrutar de un lugar tranquilo”.
Los barrios cerrados precipitan el crecimiento de Los Cardales. A partir de ellos muchas familias deciden instalarse en la localidad, encontrando dentro de los barrios un lugar seguro, confortable y tranquilo a pocos metros del centro del pueblo. “A los barrios se los piensa como insertados en un proceso que ya se está viviendo en Cardales, aunque están muy bien planificados y no son obra de la casualidad. Acá se planifica la integración de los diferentes proyectos, se está pensando a Cardales para que funcione como satélite de Campana”, aseguró Federico Daireaux, secretario de la Sociedad de Fomento de Alto Los Cardales e integrante de una empresa desarrollista que construye barrios cerrados.
El crecimiento de Cardales llamó la atención de cientos de familias de localidades aledañas y hasta de Capital Federal, que ven con buenos ojos la posibilidad de instalarse en la zona. “La gente se plantea venir a Cardales y lo hace como un cambio positivo en sus vidas”. Esta tendencia encuentra sus razones en que la localidad se ha posicionado como un producto “de calidad de vida y de calidad urbanística”, según Daireaux.
La pregunta del millón es: ¿Qué será de Cardales en algunos años? ¿Mantendrá su perfil sereno, su aire pueblerino y su aura tradicional? ¿Se convertirá en una zona industrial? ¿Cuál es el límite de crecimiento de Los Cardales?
Para intentar responder a estas preguntas, Adrián Sánchez sostuvo que “por la ubicación y la zonificación que se le dio a Cardales vamos a tener un poco de todo. La franja industrial va a crecer considerablemente porque hay muchas hectáreas zonificadas industrialmente sobre la autopista y eso es muy atractivo para el aspecto industrial. Lo que sucede es que las industrias son buenas, pero tenemos que tratar que las que vengan aquí traigan fuentes de trabajo y no contaminen la zona”. En este sentido agregó: “creo que a corto plazo vamos a seguir manteniendo el Cardales de antaño, el nostálgico, pero de a poco esas cosas se van a ir perdiendo porque el progreso le va a ir ganando terreno. De todas maneras hay algunos pulmones para el lado de Río Luján y creo que van a pasar muchos años hasta que se puedan llegar a urbanizar del todo. Vamos a seguir teniendo un crecimiento sostenido pero creo que vamos a mantener nuestra identidad por mucho tiempo más”.
Por su parte, Nicolás Rapetti apunto al aspecto estrictamente laboral. Aseguró que en Los Cardales se puede trabajar en el rubro de los servicios o rurales, “porque no hay industrias. Esperemos que en los próximos años siga siendo así, que siga siendo un lugar para vivir y no para trabajar. Porque para eso está Campana, Pilar y otras localidades. Si bien el trabajo es necesario, la gente está muy acostumbrada a viajar para trabajar”. Y concluyó: “Estaría bueno poder mantener a Cardales como un lugar residencial, donde puedas vivir bien, esparcirte y que a la vez no tengas el efecto secundario de las industrias”.
El tiempo fue cambiando a Cardales y, por un natural mandato del progreso, lo seguirá haciendo en los próximos años. Los barrios cerrados aceleran el proceso de urbanización y todo parece conducir hacia un pueblo rodeado de asentamientos residenciales. De todas maneras, solo el tiempo podrá responder con certeza qué destino le depara a Los Cardales. ]
Esa es la conclusión de los agentes e inversores inmobiliarios. NCyRL te muestra la opinión de cuatro desarrolladores inmobiliarios respecto al futuro de Los Cardales.
El progreso acorraló a Cardales contra las cuerdas, le cambió la cara, su aspecto y caló bien profundo en su dinámica. Con el paso de los años el pueblo fue transformándose con una ligereza acorde a los tiempos que corren, así de rápido. Y en este crecimiento veloz mucho tuvo que ver el rubro inmobiliario, que encontró en Los Cardales un producto de calidad difícil de encontrar en otros sitios. “Estoy trabajando en la inmobiliaria desde hace 30 años de manera ininterrumpida y noto un cambio bastante vertiginoso, Cardales no es futuro, ya es presente. Esto se dio un poco por el progreso generado como consecuencia de las autopistas. Creo que hubo una bisagra en los años 90’ con la ampliación de la Panamericana, eso hizo que creciera toda la zona, y luego con las obras de la Ruta 6 y la repavimen-tación de la 4”, cuenta Adrián Sánchez. El inmobiliario reflexiona acerca de las vías de comunicación y las cataloga como “muy influyentes”. Al respecto, declara que “acercan a la gente. Cardales está muy cerca de centros urbanos y el simple hecho de estar en el medio de ciudades industriales hace que este sea un lugar de residencia. Creo que Cardales está destinado a ser residencial más allá de que tenga su costado comercial e industrial”. En este sentido, cierra su idea diciendo que “en los últimos años, y sobre todo tras la crisis, ha crecido la demanda en cuanto a los asentamientos residenciales”.
No caben dudas. Los barrios cerrados han colmado los ‘suburbios’ del pueblo y en el comienzo del nuevo milenio se han multiplicado por toda la zona. Nicolás Rapetti, desarrollador inmobiliario involucrado en la construcción de “La Codorniz”, opinó acerca de la influencia generada por este tipo de asentamientos residenciales en Los Cardales. “La idea es siempre preservar la calidad urbana. El impacto que puede tener en el pueblo creo que es positivo. La gente va a seguir viniendo a instalarse a Cardales, que se va a ir poblando cada vez más de acuerdo al crecimiento natural y a partir de la gente que va a inmigrar”, sostuvo. Además, argumentó que los barrios desarrollados son una buena alternativa para que el crecimiento del pueblo sea ordenado. “Este tipo de barrios son controlados por la Municipalidad, por organismos ambientales, poseen un proyecto urbanístico realizado por profesionales y cuentan con servicios de calidad, ya que a veces el Estado por estar más ocupado en otras urgencias no tiene los recursos suficientes para hacerlos. Esta clase de desarrollos pueden aportarle a la comunidad todos esos beneficios que, por cierto, pueden marcar el rumbo de crecimiento de Los Cardales en los próximos 50 años”.
En este sentido también opinó Santiago Berisso, quien en una entrevista en agosto de 2007 había declarado que los barrios desarrollados “no afectan solo al pueblo, sino a toda la región. Por su puesto que se ve más beneficiado Cardales porque son más casas, más ventas de materiales, más consumo… es decir, es un beneficio general para el área, pero no solo por este barrio (La Codorniz), sino por todo lo que se está desarrollando. Estamos en un lugar en el que se está invirtiendo y ojalá que haya más desarrollos como este y que vengan más inversores a hacer cosas para poder disfrutar de un lugar tranquilo”.
Los barrios cerrados precipitan el crecimiento de Los Cardales. A partir de ellos muchas familias deciden instalarse en la localidad, encontrando dentro de los barrios un lugar seguro, confortable y tranquilo a pocos metros del centro del pueblo. “A los barrios se los piensa como insertados en un proceso que ya se está viviendo en Cardales, aunque están muy bien planificados y no son obra de la casualidad. Acá se planifica la integración de los diferentes proyectos, se está pensando a Cardales para que funcione como satélite de Campana”, aseguró Federico Daireaux, secretario de la Sociedad de Fomento de Alto Los Cardales e integrante de una empresa desarrollista que construye barrios cerrados.
El crecimiento de Cardales llamó la atención de cientos de familias de localidades aledañas y hasta de Capital Federal, que ven con buenos ojos la posibilidad de instalarse en la zona. “La gente se plantea venir a Cardales y lo hace como un cambio positivo en sus vidas”. Esta tendencia encuentra sus razones en que la localidad se ha posicionado como un producto “de calidad de vida y de calidad urbanística”, según Daireaux.
La pregunta del millón es: ¿Qué será de Cardales en algunos años? ¿Mantendrá su perfil sereno, su aire pueblerino y su aura tradicional? ¿Se convertirá en una zona industrial? ¿Cuál es el límite de crecimiento de Los Cardales?
Para intentar responder a estas preguntas, Adrián Sánchez sostuvo que “por la ubicación y la zonificación que se le dio a Cardales vamos a tener un poco de todo. La franja industrial va a crecer considerablemente porque hay muchas hectáreas zonificadas industrialmente sobre la autopista y eso es muy atractivo para el aspecto industrial. Lo que sucede es que las industrias son buenas, pero tenemos que tratar que las que vengan aquí traigan fuentes de trabajo y no contaminen la zona”. En este sentido agregó: “creo que a corto plazo vamos a seguir manteniendo el Cardales de antaño, el nostálgico, pero de a poco esas cosas se van a ir perdiendo porque el progreso le va a ir ganando terreno. De todas maneras hay algunos pulmones para el lado de Río Luján y creo que van a pasar muchos años hasta que se puedan llegar a urbanizar del todo. Vamos a seguir teniendo un crecimiento sostenido pero creo que vamos a mantener nuestra identidad por mucho tiempo más”.
Por su parte, Nicolás Rapetti apunto al aspecto estrictamente laboral. Aseguró que en Los Cardales se puede trabajar en el rubro de los servicios o rurales, “porque no hay industrias. Esperemos que en los próximos años siga siendo así, que siga siendo un lugar para vivir y no para trabajar. Porque para eso está Campana, Pilar y otras localidades. Si bien el trabajo es necesario, la gente está muy acostumbrada a viajar para trabajar”. Y concluyó: “Estaría bueno poder mantener a Cardales como un lugar residencial, donde puedas vivir bien, esparcirte y que a la vez no tengas el efecto secundario de las industrias”.
El tiempo fue cambiando a Cardales y, por un natural mandato del progreso, lo seguirá haciendo en los próximos años. Los barrios cerrados aceleran el proceso de urbanización y todo parece conducir hacia un pueblo rodeado de asentamientos residenciales. De todas maneras, solo el tiempo podrá responder con certeza qué destino le depara a Los Cardales. ]
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