Ladrillo por ladrillo

[Otamendi]
El objetivo más destacado para el 2009 es cerrar el salón de la sociedad de fomento. "Vamos a poner ladrillos hasta donde se pueda, queremos enfocarnos en eso", anunció Luis Medina, presidente de la sociedad de fomento del barrio Colinas de Otamendi.

"Las expectativas para el 2009 son muy grandes", dice con una sonrisa pendiendo de su mirada Luis Medina, presidente de la sociedad de fomento del barrio Colinas de Otamendi. El objetivo mayor, asegura, es cerrar el salón de usos múltiples de la sociedad. Actualmente, el mismo es utilizado para realizar fiestas y encuentros sociales, pero como las paredes no llegan a la altura de la estructura del tinglado, en invierno y en los días fríos o lluviosos, resulta todo un desafío desarrollar un evento allí.
"Trabajaremos hasta donde lleguemos (en referencia al cambio de autoridades de las próximas elecciones), vamos a poner ladrillos hasta donde se pueda. Es el último año de esta gestión, no sabemos qué vamos a hacer después de las elecciones, pero queremos enfocarnos en cerrar el salón. Vamos a intentarlo", promete.
El objetivo, ambicioso aunque palpable, ya está muy encaminado. La actual comisión de la sociedad de fomento ya solicitó la primera carga de ladrillos para comenzar a hacer realidad un sueño de vieja data en el barrio Otamendi. El deseo de las autoridades fomentistas es dejar en pie una obra visible, una marca imborrable a pesar de su alejamiento luego de los sufragios que están por venir. "Ese objetivo es muy posible –reconoce-, de hecho ya tenemos encargados los ladrillos. Nuestro objetivo es hacer algo que quede en la sociedad de fomento, porque hemos realizado muchas actividades que no se ven. No quiero que digan que esta comisión se va sin poner un ladrillo. Vamos a poner más de uno…".
Al ser consultado por el deseo para el próximo año, Medina sostuvo que "mi anhelo es que el vecino se sume cuando nos vea poniendo un ladrillo y que todos pongamos uno, porque de esa manera antes de fin de año tendríamos que estar terminando", se ilusiona.
Lógicamente, en un año de trabajo no se pueden contemplar todas las necesidades del barrio. Por falta de tiempo, presupuesto o, incluso, de reclamos de parte de los vecinos, siempre queda algo por hacer, una deuda pendiente, algo por lo que trabajar. "Este año –sostiene- quedamos en deuda con la gente de la tercera edad. Pero vale aclarar que hemos cumplido con los jóvenes, quienes recibieron beneficios del municipio y trabajaron aqui. Sin embargo, siguen pendientes los muchachos grandes del barrio, y esa será una de las prioridades para el 2009".